La canciller alemana, Angela Merkel, previno hoy a la industria atómica que podría imponerle una tasa para el desarrollo de las energías renovables que se sumaría al impuesto planeado para el caso de prolongar la vida de las centrales nucleares.
"Creo que además, y no quiero usar la palabra impuesto, naturalmente tenemos que pensar en la forma en la que la industria energética efectúe una contribución a las energías renovables", dijo Merkel durante una visita a la central nuclear de Lingen, en Baja Sajonia.
La canciller reaccionó de esta manera a la campaña de prensa lanzada por los grandes grupos energéticos que operan en el país en contra de la política energética de Merkel y el llamado "impuesto al combustible nuclear" que sopesa el gobierno a fin de consolidar los presupuestos.
El gabinete de Merkel sesionará el 1 de septiembre sobre el proyecto del impuesto a través del cual se recaudarían unos 2.300 millones de euros por año, pero no se espera una decisión hasta finales de septiembre.
El tema del impuesto nuclear ha desatado polémica entre los socios de la coalición de centroderecha. El Partido Liberal y la hermana bávara de
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