UNA CONSTITUCIÓN DE FUTURO

La República Federal de Alemania celebra 60 años de la promulgación de su Ley Fundamental o “Grundgesetz”. Fue aprobada el 8 de Mayo de 1949, exactamente 4 años después de la hora 0, el día de la firma de la capitulación en la Segunda Guerra Mundial. Uno de sus principales promotores, el Canciller Konrad Adenauer, dijo en la ocasión: “es el primer día de alegría desde 1933”. Alemania celebra 60 años de libertad, democracia y estado social.

La Ley Fundamental de Alemania es obra del Consejo Parlamentario (Parlamentarische Rat), que inició su trabajo en Bonn el 1° de Septiembre de 1948. Éste recibió como base para su trabajo el Documento de Frankfurt preparado por los aliados occidentales, y un borrador de la Convención Constituticional que había sesionado en Baviera en el lago Herrenchiemsee.

El texto definitivo lleva la firma del Presidente y Vicepresidentes del Consejo Parlamentario: Konrad Adenauer, Adolf Schönfelder y Hermann Schäfer, respectivamente.

Las 52 modificaciones que la Ley Fundamental ha tenido en sus 60 años de vigencia no han sido consecuencia de alguna crisis constitucional. Pero es un pacto constitucional que ha debido enfrentar complejos procesos, como las migraciones internas de la postguerra), los duros golpes que el terrorismo de la RAF (Fracción Ejército Rojo) ocasionó a la democracia alemana, o la formación de la Unión Europea. Pero sin duda el más relevante de todos ha sido, hace ya casi 20 años, el de la Reunificación Alemana.

Con especial orgullo, tanto su clase política, como los medios de comunicación y los ciudadanos en general se refieren a su Ley Fundamental como la mejor Constitución del mundo, y para ellos la mejor que ha tenido Alemania durante toda su existencia. Lo anterior en virtud que esta Ley Fundamental sintetiza la aspiración histórica del pueblo alemán de unidad e identidad. 

Uno de los grandes méritos de la Constitución alemana que cumple 60 años es haber dado espacio al desarrollo de un modelo de Economía Social de Mercado. Sin lugar a dudas éste puede ser considerado, antes de esta gran crisis económica y más aún después de ella, como el gran aporte alemán a sociedad democrática en la segunda mitad del siglo XX, el principal producto de exportación alemán.

Se trata de un ordenamiento económico donde lo social se escribe con mayúscula, toda vez que se hace cargo de lo definido en el primer artículo de la constitución: “La dignidad del hombre es intocable, protegerla y observarla, es obligación de toda la acción del Estado”. Establece un modelo que garantiza crecimiento y equidad, no como un slogan, sino que como una garantía constitucional. El “mecanismo de mercado” opera con un Estado con la tarea de ser garante que su funcionamiento, asegurando a todos poder compartir los beneficios del desarrollo económico.

Dignidad Humana, Valores, Ideales, Principios, Confianza, Legitimidad, Seguridad y Democracia. Estos son los conceptos que encarna esta Constitución, que nace en un país, que si bien en aquel entonces no tenía las posibilidades de construir una sólida democracia y una sólida economía social, tenía la gran voluntad de buscarla y alcanzarla. 

Alemania es hoy para los ojos del mundo un modelo de democracia, un modelo de sociedad, un modelo de economía. Todo comenzó hace 60 años, en la “Ley Fundamental Provisoria”, que hoy es un modelo y un ejemplo para todas las democracias del mundo.


SOLEDAD ALVEAR VALENZUELA

Senadora DC

República de Chile

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