La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó hoy su esperanza en que la primera economía europea recupere la fuerza que tenía antes de la crisis a más tardar en 2013.
En ese sentido, en su discurso durante el debate sobre los presupuestos públicos en
Los objetivos de la política presupuestaria del Ejecutivo de Berlín son "seguir apostando por el crecimiento y, a la vez, por la consolidación", aseveró.
"Alemania tiene que aferrarse a sus puntos fuertes", continuó la jefa de gobierno haciendo hincapié en que la principal de ellas es la fuerza del país como nación exportadora.
Por otra parte, Merkel justificó ampliamente ante el Parlamento el déficit récord previsto para 2010. El plan de presupuestos públicos, que ha de ser aprobado a finales de marzo, prevé un endeudamiento nuevo de casi 86.000 millones de euros (más de 122.000 millones de dólares) para este año, el mayor de la historia de Alemania.
Del mismo modo, la líder democristiana defendió con fuerza la polémica bajada de impuestos aprobada por el nuevo gobierno que dirige en coalición con los liberales del FDP.
Según dijo, esas rebajas fiscales, que entraron en vigor el primero de enero, eran necesarias para reavivar la economía, hacer frente a la crisis, "que todavía no ha terminado", y lograr un crecimiento sostenible.
Por el contrario, la oposición acusó al gobierno de centro-derecha de haber comenzado su legislatura con mal pie. "Este país ha perdido 100 días", criticó el diputado socialdemócrata Anton Schaaf.
Más radical, el presidente del grupo parlamentario del partido Die Linke (
Por otra parte, Merkel se mostró dispuesta a ofrecer más ayuda a las familias. Así, manifestó su intención de aprobar una ayuda económica para la educación de los niños más pequeños en casa. En principio, podría empezar a ofrecerse a partir de 2013, dijo.
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