Koehler se juega mañana su puesto de presidente y Merkel su credibilidad de cara a las elecciones

El presidente alemán, Horst Koehler, se juega mañana su continuación durante cinco años más en el cargo en una votación en el Parlamento alemán que es vista como una prueba de fuego para la canciller, Angela Merkel, y su partido, la Unión Cristiano Demócrata (CDU), de cara a las elecciones generales del próximo 27 de septiembre. De hecho, la elección del presidente federal, un cargo principalmente honorífico, es vista como un ensayo ante las generales de septiembre.

Koehler, antiguo director del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que ocupa el cargo desde 2004, no debería tener problemas para lograr apoyo suficiente para su reelección entre los parlamentarios de la CDU y sus aliados en la votación en la que participarán los 1.224 miembros de la Asamblea Federal.

Una victoria por sorpresa de su rival Gesine Schwan, que cuenta con el respaldo del Partido Social Demócrata (SPD, actual socio de coalición de la CDU pero tradicionalmente su principal rival político), pondría en una situación complicada a Merkel a falta tan sólo de cuatro meses de las elecciones en las que busca un segundo mandato.

Esta será la segunda ocasión en la que Schwan, que también cuenta con el respaldo de los Verdes y podría lograr el voto favorable de algunos miembros del Partido de Izquierda, opta a la presidencia. En 2004 perdió frente a Koehler por 604 frente a 589 pese a que en aquella ocasión también logró el respaldo de algunos conservadores. Ahora espera conseguir un mejor resultado que entonces, ya que la votación se vaticina ajustada.

RESPALDOS
Koehler, con el respaldo de la CDU y su partido hermano de Baviera la CSU, así como los Liberal Demócratas (FDP) y el pequeño partido bávaro Votantes Libres, cuenta, en teoría, con 614 votos a favor, es decir, uno más de los necesarios para obtener la mayoría absoluta en la Asamblea.

Por su parte, Schwan cuenta con el respaldo del SPD y los Verdes, que reúnen en total 514 escaños. Pero se prevé que el opositor Partido de Izquierda --fundado en 2007 por antiguos miembros del SPD como Oskar Lafontaine-- le dé sus 90 votos una vez que su candidato, el actor Peter Sodann, quede eliminado en la primera vuelta de la votación.

"Cualquier resultado electoral esta año antes de las elecciones parlamentarias está siendo usado por los partidos para movilizar a sus partidarios y esta elección presidencial es de vital importancia", consideró Gero Neugebauer, experto en Ciencias Políticas de la Universidad Libre de Berlín. 

"Los conservadores necesitan una victoria para mostrar que son disciplinados y para sentar las bases para un gobierno de coalición entre la CDU y el FDP que ambos partidos quieren tener en septiembre", agregó.

La mitad de la Asamblea la forman los 612 miembros del Bundestag (la Cámara Baja del Parlamento alemán) y la otra mitad delegados enviados por los 16 "laender" (estados federados) que integran el país. Estos últimos son a menudo personalidades famosas locales o estrellas del deporte que no siempre están vinculados firmemente a un partido político, lo que contribuye a aportar un elemento de impredictibilidad a la votación.

Según el politólogo Juergen Falter de la Universidad de Mainz, no se puede descartar una victoria sorpresa de Schwan. "Si Schwan ganara supondría un fuerte impulso para el SPD", opinó, incidiendo en que "sería una gran derrota para las esperanzas de CDU y FDP de cara a las elecciones parlamentarias de este año".

ELECCIÓN SIN CAMPAÑA

Tradicionalmente, los candidatos no pueden hacer campaña para el cargo, pero But Schwan ha pasado el último año intentando granjearse el apoyo de la CDU y el Partido de Izquierda después de que en 2004 hubiera algunos desertores en sus filas que la votaron.

Por su parte, Koehler también ha roto el protocolo y ha criticado a Schwan por decir que temía que la crisis económica esté creando una atmósfera social explosiva en Alemania.

El cargo de presidente en Alemania tiene un carácter marcadamente ceremonial, ya que quien lo ostenta apenas tiene poderes ejecutivos, sin embargo algunos de los ocupantes del puesto como Richard von Weizsaecker han conseguido hacer del presidente una especie de autoridad moral en el país, generando el debate mediante sus discursos.

Para ser elegido, el candidato debe conseguir al menos 613 de los 1.224 votos en la primera o la segunda vuelta de la votación. En caso de que tras estas dos votaciones ningún candidato haya obtenido mayoría absoluta, se elegirá presidente a aquel que haya conseguido el mayor número de respaldos en la tercera votación.

CANDIDATOS
Koehler, que abandonó el FMI para pugnar por la Presidencia en 2004, fue anteriormente director del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD). Nacido en Skierbieszow, en el este de Polonia, en 1943, es miembro de una familia de Rumanía que huyó a Alemania al final de la guerra.

Como viceministro de Finanzas con el entonces canciller Helmut Kohl, Koehler desempeñó un papel clave para introducir el marco alemán en Alemania del Este tras la caída del régimen comunista en 1990. Asimismo, ayudó a negociar el Tratado de Maastricht que creó la unión monetaria europea y fue durante años el "sherpa" de Kohl, preparando el terreno para las cumbres internacionales.

Por su parte Schwan, licenciada en Ciencias Políticas y ex rectora de la Universidad Europea de Viadrina durante nueve años, nació también en 1943 en Berlín. En 2005 se convirtió en la coordinadora del Gobierno germano para las relaciones con Polonia --habla polaco con fluidez--.

Antes de asumir el cargo de rectora de la Universidad de Viadrina, en la localidad de Frankfurt del Oder en la frontera con Polonia en 1999, Schwan era profesora de ciencias políticas en la Universidad Libre de Berlín desde 1977.

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